La educación es un derecho fundamental de todas las niñas y los niños, los adolescentes y jóvenes
mexicanos. A lo largo de su historia, fundamentalmente durante el siglo XX, nuestro país, logró construir
un sistema de educación que actualmente atiende alrededor de 30 millones de estudiantes, desde la
educación básica hasta la superior y de posgrado. El 78.8% de esa matrícula está constituida por estudiantes
que cursan la educación básica: un poco más de 24 millones de niñas, niños y adolescentes.
El rango de la escolaridad obligatoria se ha ido aumentado en los últimos años. Sin desconocer que aún
existen grupos de población que no acceden a la escuela es muy importante subrayar que la educación
primaria está muy cerca de alcanzar la cobertura total, existen altas tasas de cobertura en la educación
preescolar (especialmente en el grupo de 4 a 5 años) y en la educación secundaria; aunque en estos dos
últimos casos sigue haciendo falta una mayor inversión de recursos sociales para garantizar el acceso
universal, primera condición de la justicia y equidad en educación. Pese a los desafíos y problemas que
enfrenta actualmente es necesario reconocer y valorar a nuestro sistema educativo –su carácter nacional,
público, democrático, gratuito y laico– como uno de los patrimonios sociales más importantes de nuestro
país.
La educación, particularmente la educación básica, ha sido un instrumento para fomentar el progreso
personal y social y para combatir la desigualdad social. Para que siga ejerciendo esas funciones y para que
constituya efectivamente un motor del desarrollo de nuestro país, es indispensable –como punto de
partida– reconocer los principales problemas y los desafíos que enfrenta hoy frente a las exigencias que
plantean las transformaciones del mundo contemporáneo y los problemas sociales acumulados
históricamente.
Al comenzar el siglo XXI nuestra educación enfrenta problemas graves que impiden que las niñas y los
niños, y la juventud de este país ejerzan plenamente su derecho a una educación de calidad. Uno de los
principales rasgos del sistema educativo que debe ser superado es el de la falta de equidad en la oferta de
los servicios educativos. Al respecto, el Programa Nacional de Educación 2001-2006 reconoce que la
búsqueda de justicia ha sido un propósito declarado de las políticas educativas desde tiempo atrás y que se
han realizado esfuerzos para alcanzar una educación de calidad para todos, pero también advierte que el
propio funcionamiento del sistema educativo ha sido un factor para reproducir la injusticia educativa.
El acceso universal a la escuela es la primera condición para asegurar la igualdad de oportunidades de
aprendizaje y éxito educativo para toda la población. En este aspecto se manifiesta el primer rasgo de
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la injusticia educativa: la mayor proporción de las niñas y niños que han permanecido al margen de los
servicios educativos se ubica en poblaciones indígenas o en poblaciones rurales aisladas; son integrantes de
familias de jornaleros agrícolas migrantes, o niñas, niños, adolescentes y jóvenes que trabajan o viven en la
calle. En este mismo grupo se ubica a la población con alguna discapacidad que, en general, ha tenido
menores posibilidades de acceder a los servicios educativos.
La segunda condición de la justicia educativa es que todos, alumnas y alumnos, independientemente de su
origen étnico, ambiente familiar de procedencia o características individuales, participen en experiencias
educativas que propicien el desarrollo máximo posible de sus potencialidades; es decir, que dispongan de
iguales oportunidades –tomando en cuenta sus puntos de partida, sus características personales y sociales–
para alcanzar las metas fundamentales de la educación básica. Esta condición destaca el hecho de que el
ingreso a la escuela, por sí misma, no garantiza la justicia y la equidad en la educación: la población infantil
y adolescente procedente de los sectores vulnerables de la población afronta, en general, mayores riesgos
de fracaso escolar.
Por estas razones, en orden de prioridad, el primer objetivo estratégico de la educación básica nacional
establecido en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 es alcanzar la justicia educativa y la equidad,
entendido en los siguientes términos:
Garantizar el derecho a la educación expresado como la igualdad de oportunidades para el acceso, la
permanencia y el logro educativo de todos los niños y jóvenes del país en la educación básica.
Los esfuerzos de las personas con discapacidad, de sus familias, de las agencias que los apoyan, de los
maestros y maestras, del personal de educación especial han promovido cambios en las actitudes sociales,
en la legislación, en las oportunidades para el trabajo y en la educación. Sin embargo, subsisten problemas
en la cobertura y distribución de los servicios y en la calidad de la atención que recibe la población infantil y
adolescente. La educación es el mecanismo por excelencia para asegurar que las personas con discapacidad
logren su plena incorporación a la vida social y el trabajo productivo; por esta razón es necesario actuar con
urgencia para superar estos problemas.
En el Programa Nacional de Educación 2001-2006 se reconoce la necesidad de poner en marcha acciones
decididas por parte de las autoridades educativas para atender a la población con discapacidad. Asimismo
se establece como uno de los objetivos estratégicos de la política educativa alcanzar la justicia y equidad
educativas. Entre las líneas de acción destacan las siguientes: establecer el marco regulatorio –así como los
mecanismos de seguimiento y evaluación– que habrá de normar los procesos de integración educativa en
todas las escuelas de educación básica del país; garantizar la disponibilidad, para los maestros de educación
básica, de los recursos de actualización y apoyos necesarios para asegurar la mejor atención de los niños y
jóvenes que requieren de educación especial, y establecer lineamientos para la atención a niños y jóvenes
con aptitudes sobresalientes.
Estas acciones tienen como antecedente los cambios promovidos en la orientación de los servicios de
educación especial durante la década pasada, entre los cuales destaca el tránsito de la atención casi
exclusivamente clínica y terapéutica, hacia una atención educativa cada vez más incluyente. En este proceso
los servicios de educación especial han experimentado un proceso de transformación para conformarse,
principalmente, como un servicio de apoyo a las escuelas de educación inicial y básica, en lugar de
constituir un sistema paralelo.
CONCEPTO
El término necesidades educativas especiales que actualmente se utiliza para hacer referencia al
grupo de sujetos.. anteriormente llamados de Educación Especial es el resultado de una evolución
ideológica, social y educativa. Las concepciones sociales respecto a determinados grupos marginales
se han ido modificando con el tiempo y haciéndose menos peyorativas. La progresiva democratización
de las colectividades propició una igualdad de derechos, entre ellos el derecho a la no
discriminación por razones de sexo, opinión, raza o características físicas e intelectuales. Para
Garrido (1993) este contexto condujo a "asignar nombres sin matices despectivos que no inciten a
la segregación, el temor o el desprecio" (p. 19).
A nivel educativo ha habido una gran evolución en 10 referente a la incorporación terminológica
para referirse a determinados grupos de alumnos. Así, en el entorno de países desarrollados el término
más utilizado para referirse al alumnado que presenta dificultades de aprendizaje es el de
"necesidades educativas especiales" y es, asimismo, el utilizado en los textos oficiales de la Reforma
del Sistema Educativo Español. Como prueba de ello tenemos el Real Decreto 696/1995, de 28 de
abril, de Ordenación de la Educación de los alumnos con necesidades educativas especiales (B.O.E.
2-5-1995), la Orden de 14 de febrero de 1996, sobre evaluación de los alumnos con necesidades educativas
especiales que cursan las enseñanzas de régimen general establecidas en la Ley Orgánica
1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (B.O.E., 39-2-1996), la
Orden de 14 de febrero de 1996, por la que se regula el procedimiento para la realización de la evaluación
psicopedagógica y el dictamen de escolarización y se establecen los criterios para la escolarización
de los alumnos con necesidades educativas especiales (B.O.E. 23-2-1996), etc.
Siguiendo esta línea, en las referencias a nivel terminológico y conceptual, se encuentran las
siguientes características:
-Las necesidades educativas especiales constituyen un continuo que va desde las más generales
a las más específicas.
-Las necesidades educativas especiales están vinculadas a las características del estudiante así
como a las condiciones y oportunidades que el entorno físico, familiar y social le ofrecen. -
La identificación de necesidades educativas especiales guarda relación con las oportunidades de
su manifestación en el contexto escolar.
-Una adecuada intervención pedagógica puede mejorar las condiciones de aprendizaje y de vida
de los propios alumno/as
TIPOS DE NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
En el Informe Wamock (1978) se identifican las necesidades como especiales o no en relación
a los diferentes elementos del curriculum y/o los medios de acceso a éste y se distinguen cuatro
grandes grupos:
- Necesidades educativas especiales de niños con defectos de audición, visión o movilidad sin
serios problemas intelectuales o emocionales. Estos alumnos tienen necesidad de aprender técnicas
especiales, aprender a usar equipos especiales, medios, recursos adaptados o desplazamientos
asistidos. Plantean necesidades en relación al aprendizaje que exigen el uso de técnicas
específicas adicionales a las generales.
- Necesidades educativas especiales de niños con desventajas educativas. Son aquellas que presentan
determinados alumnos que no son capaces o no están preparados para adaptarse a la
escuela y/o a las tareas de aprendizaje propuestas, por razones sociales o psicológicas. Plantean
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necesidades educativas en relación a su proceso de desarrollo personal, a la enseñanza especí-
fica de materias básicas y en tomo a la organización y agrupamientos en el currículo.
- Alumnos con dificultades emocionales y conductuales. Necesitan especial atención en su curriculum
respecto a la estructura social y.al clima emocional en los que tiene lugar la educación,
y cierto grado de individualización en sus relaciones, métodos de enseñanza, contenidos disciplinares'
ritmo y modelos de aprendizaje. El trabajo ha de planificarse tanto a nivel cognitivo y
social/emocional como a nivel actitudinal.
Según 10 reflejado aquí, las necesidades educativas especiales se circunscriben a la provisión de
medios especiales de acceso al curriculum, o de la necesidad de modificar distintos elementos
curriculares, o de prestar una atención particular al contexto social y al clima emocional (Wamock,
1978). Desde este punto de vista se podrían concretar las necesidades en base al tipo de demanda
curricular o de servicios que requieren, tal como se refleja a continuación:
1. Necesidades Especiales de Adecuación Curricular:
- NEE de adaptación de objetivos .
- NEE de adaptación de contenidos.
- NEE de adaptación de metodología.
- NEE de adaptación de la evaluación.
- NEE de adaptación de temporalización.
2. Necesidades Especiales de Provisión de Medios de Acceso al Curriculum.
- NEE de provisión de situaciones educativas especiales (emplazamiento).
- NEE de provisión de recursos personales.
- NEE de provisión de materiales específicos.
- NEE de provisión de acceso físico a la escuela y sus dependencias.
LA RESPUESTA A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS DESDE EL CURRICULO
definido como abierto, flexible y adaptable a las características de la comunidad educativa en que
están inmersos los centros escolares) sigue un proceso de desarrollo progresivo que va desde los
Decretos de Enseñanza (dirigidos a toda la población escolar) a los Proyectos de Centro (que deberán
ajustarse a las finalidades educativas del centro y responder a la contextualización del entorno
externo -sociocultural, familiar- e interno -alumnado, profesorado, recursos materiales, etc.-, contemplando
particularmente las características de los grupos de alumnos) y, como nivel de mayor
concreción, a las Programaciones de Aula.
Partimos, pues, de una escuela para todos en la que las diferencias individuales son el elemento
enriquecedor del grupo en su conjunto, pero una escuela que no escatime en medios y esfuerzos
para reconocer el hecho diferencial y responder adecuada y óptimamente al mismo.
En el propio Diseño Curricular Base se han establecido algunas características que dotan a la
escuela de potencialidad para el tratamiento de la diversidad y la respuesta a las N.E.E.:
- Se promueve el desarrollo de aquellas capacidades que generan el desarrollo global de la persona,
tanto en el plano cognitivo como en los planos físico, afectivo, de equilibrio personal y de
relación. Así, el currículo, al contemplar más facetas de cada persona, es capaz de atenderla más
plenamente. Se evita además la existencia de curriculos paralelos para aquellos sujetos que precisamente
presentan especiales necesidades en aspectos cognitivos.
- Se posibilitan enfoques más globalizadores y funcionales de las diferentes áreas para desarrollar
la autonomía personal y social.
- Se establece una selección de bloques de contenidos desde la óptica de 10 que es básico para
una integración funcional de los alumnos y alumnas en el medio.
- Se promueven modelos organizativos y procesos de enseñanza-aprendizaje adaptados a las
características evolutivas del alumnado.
-Se promueve una dinámica de orientación, centrada en la labor de la tutoría, con la ayuda de la
figura del orientador, basada en una evaluación inicial y formativa durante el proceso educativo'
que posibilitan la adaptación más individualizada del currículo a las distintas necesidades
educativas de los alumnos.
http://ruc.udc.es/bitstream/2183/6895/1/RGP_7-27.pdf
http://www.educacionespecial.sep.gob.mx/pdf/publicaciones/ProgNal.pdf
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